La compraventa de inmuebles en la provincia de Buenos Aires registró en febrero una baja interanual de 27,4%, y debido al aislamiento total a raíz de la pandemia de coronavirus, se espera que marzo y los próximos meses permanezcan virtualmente paralizados para el sector.  

El total de escrituras febrero fue de 3.182, mientras que en el mismo mes del año pasado se habían registrado 4.385. La caída del 27,4% sigue en línea con la de 20,8% de enero, algo que ya parece ser una constante más allá del actual escenario de pandemia. De hecho, la venta de propiedades en el territorio más populoso del país cayó 30% durante 2019 en comparación con 2018, lo que terminó siendo el peor año de los últimos quince.

Según datos del Colegio de Escribanos bonaerense, en los montos totales se evidenció en febrero una disminución del 19,3% con respecto al mismo mes de 2019 ($ 8.198 millones contra $ 10.157 millones), con un alza interanual del 11,2 % en el valor del acto de compraventa promedio ($ 2,5 millones en febrero de 2020 y $ 2,3 millones en igual mes del año pasado).

Si bien la mayoría de las inmobiliarias arrancaron marzo tomando estrictas medidas de higiene por la circulación del virus, lo cierto es que desde que se decidió un aislamiento total y obligatorio sólo hay consultas virtuales pero no se concretan operaciones. “El coronavirus tendrá un impacto claro en nuestro mercado. Es necesario acomodar los precios de las propiedades. Hay que tener en cuenta que la contraoferta llega hasta el 20% y, sin embargo, las operaciones no se están cerrando”, sostuvo Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).

Para el agente inmobiliario marzo y la cuarentena será la oportunidad para retasar las propiedades y repensar el mercado. “Hoy una propiedad que está en el mercado ofertada a US$ 100.000 debería tener un precio cercano a los US$ 85.000”, ejemplificó. Habrá que ver si los propietarios acceden a este replanteo que, según el operador, exigirá el mercado.

En cuanto a la cantidad de hipotecas, en febrero hubo  una disminución del 55,7% en comparación con el mismo mes del año pasado: 196 contra 442 en 2019; mientras que en los montos la caída fue del 38% ($ 989 millones contra $ 1.600 millones un año atrás).

Cabe recordar que empujados por la demanda generada por los créditos hipotecarios UVA (Unidades de Valor Adquisitivo), el mercado gozaba de una relativa salud y estabilidad en 2017, algo que terminó estallando por la inflación de 2019, que cerró en 53,8%. Como la UVA es una unidad de cuenta que se ajusta diariamente con el Índice de Precios al Consumidor, el precio de la cuota fue escalando cada vez más en los últimos tres años y lo salarios fueron a distinto ritmo. La UVA arrancó con un valor en torno a $14 y ahora ronda los $51, más de un 250%.

Es por eso que no sorprende que sólo seis de cada cien operaciones se hayan hecho en el primer bimestre del año con la utilización de esta herramienta.