Legislatura bonaerense
Quedó abierto el debate en la legislatura tras la habitación de la Boleta Única Papel
En la provincia de Buenos Aires a partir de la sanción de la Boleta Única de Papel se abrió un debate que por momento amenaza con cambiarlo todo en el sistema electoral del principal distrito de país.
Como las famosas mamushkas, esas muñecas rusas que se esconden unas dentro de otras, así parece ser el “capítulo electoral” que la Legislatura de la provincia de Buenos Aires tiene agenda abordar antes que sea demasiado tarde.
Cuantas muñecas finalmente aparecerán no lo sabemos; pero el “capítulo electoral” existe y está en las conversaciones de diputados, senadores, ministro e intendentes de todos los colores y especies.
El “capítulo electoral” es un apartado que está incluido dentro del “corpus general” que la Legislatura bonaerense tiene pensado abordar en la última parte del año; conjuntamente con el capítulo Judicial, el institucional, y el presupuestario que incluye autorizaciones para contraer endeudamientos, por un lado, y ley impositiva, por el otro.
E incluso algunos pueden considerar que existen, dentro del “capítulo electoral” varios temas que se pueden agrupar por separados; aquellos que son más “urgentes” y los que son “estructurales”, más de mediano plazo.
Urgentes
El apartado “urgente” que tienen los legisladores bonaerenses dentro del “capítulo electoral”, es aquel que analiza los cambios que habría que realizar o no, a partir de la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) para las categorías nacionales y el consiguiente efecto inmediato que tiene esa legislación nacional aplicable en la provincia; tanto desde el punto de vista técnico, operativo y presupuestario, como desde el punto político.
Es urgente porque hay que aplicarlo en la próxima elección de medio término en una provincia que está acostumbrada a realizar elecciones simultaneas con “boletas partidarias completas” que conforman lo que se denominó la “boleta sábana horizontal”; sábana horizontal que, en cierta forma, se reproducirá en la BUP, pero será una única boleta, no una por partido, que en el caso de 2025 se reduce a una sola categoría, diputados nacionales.
Pero el gran interrogante es cómo funcionará el resto de las categorías que no pueden integrar esa BUP; donde deberán estar, para la próxima elección, las candidaturas seccionales, por un lado y por otro, las distritales; es decir legisladores provinciales correspondientes en las ocho secciones existentes, senadores o diputados según corresponda, y, en otro apartado de la misma boleta en principio, los concejales y consejeros escolares de los 135 municipios que integran la provincia.
El desdoblamiento “de facto” que operaría en la próxima elección, tal como estarían las cosas en la actualidad, implicaría que se votaría por BUP diputados nacionales y por boleta partidaria de dos categorías, en una de ellas los legisladores provinciales, diputado o senador según corresponda y, en la otra, los concejales y consejeros escolares. Se supone que debería haber dos urnas y dos escrutinios.
También es urgente la “reconsideración” del límite de reelecciones para intendentes municipales, se trata de un tema que recurrentemente que se introduce en la agenda legislativa desde que se estableció el límite de una reelección.
El debate sobre estas cuestiones no es exclusividad de los miembros del poder legislativo, también participan del mismo encumbrados miembros del Poder Ejecutivo provincial, como así también los intendentes, que incluso exponen públicamente sus posiciones respecto de algunas cuestiones.
En esta instancia; luego de que la normativa haya sido sancionada en 2016 e impedía una segunda reelección en 2023, como se sabe, cuando se aproximaba la fecha de cumplimiento del límite fue modificada para permitirla y sí establecer el límite a partir de 2027; se vuelve a repetir la historia.
Muchos, legisladores y funcionarios, ven que hay un “problema institucional serio”, pues unos 80 intendentes no podrían volver a presentarse para eventualmente ser electos por otro período más como tal, que de mínima sería el tercero consecutivo. Esos mismos legisladores y funcionarios no ven ningún problema institucional que un intendente que hace 12 años, o incluso 16 o 20, que ejercen el cargo de forma ininterrumpida extiendan por cuatro años más, y así sucesivamente, su permanencia en el mismo.
Se trata de ciudadanos fieles y respetuosos de la voluntad popular, porque claro está que es una decisión de los electores elegirlos o no a aquellos candidatos que se presenten a una segunda, tercera o cuarta reelección; la noción deviene tan abstracta como aquellas que propician el libre mercado y hablan de una mano invisible que lo regula, y solo eso se tiene que admitir.
Posición
Atentos a estas conversaciones, al sentar posición al respecto, el gobierno bonaerense criticó con dureza el cambio de instrumento electoral tras la aprobación de la BUP en el Congreso de la nación: “es absolutamente innecesaria esta modificación y no obedece a intereses ni a necesidades del pueblo argentino”, resumieron.
Al mismo tiempo desde el gobierno bonaerense se configuraron cuatro posibles escenarios de cara a los comicios del año próximo, dentro de los cuales no se descartó el desdoblamiento de las elecciones.
Desde el punto de vista técnico y sobre lo inevitable, la elección que se deberá realizar con BUP, se advirtió que “va a requerir muchísima capacitación”, y que en las provincias en las que se implementó “aumentó el voto nulo y en blanco”.
Además, varios funcionarios se mostraron preocupados por “las cuestiones de logística” que lleva adelante el Correo Argentino, y recordaron, capciosamente, el “despido de 5.000 trabajadores y el cierre de sucursales”.
“Este cambio le impone desafíos a la provincia, en tanto representa el 38% del padrón electoral; lamentamos que el gobierno nacional no nos convocó a discutir ninguno de los proyectos dado que desde el 83 a la fecha las elecciones nacionales y de la provincia se han hecho de manera simultánea”, sostuvo el ministro de Gobierno Carlos Bianco.
Opciones
La primera de las opciones que aparecen para “la práctica” electoral en la provincia de Buenos Aires, donde “el instrumento de votación es la boleta partidaria y, por lo pronto, no permite el acople de boletas”, es que se va a tener que votar con dos boletas y con dos urnas”.
Entonces, una de las opciones sería que se realicen de manera simultáneas, que son elecciones nacionales y provinciales “que se van a desarrollar el mismo día en dos urnas distintas”.
En tanto, otra modalidad serían las “elecciones concurrentes”, que son elecciones nacionales y provinciales el mismo día con dos urnas distintas y con dos sistemas distintos; con dos instrumentos de votación distintos: en un caso la BUP nacional y la boleta partidaria provincial, en el otro.
Además, como tercer escenario aparece “el desdoblamiento parcial”, que implicaría que las elecciones PASO se realicen el mismo día y las elecciones generales en días distintos; dos posibilidades de instrumentos de votación, podría ser con el mismo instrumento de votación: BUP provincial y nacional; o distinto instrumento de votación, BUP nacional y boleta partidaria provincial.
En tanto, la cuarta opción que se maneja en la gobernación provincial es la del “desdoblamiento total”, que serían elecciones PASO en distintos días, elecciones generales en distintos días y dos posibilidades de instrumento de votación: mismo instrumento, BUP nacional y provincial o distinto instrumento, BUP y boleta partidaria provincial.
Este sería el “menú general” de cara a octubre del año próximo y en todos los casos se va a requerir de algún acompañamiento legislativo, aunque está claro que “será una decisión” que tendrá que tomar el gobernador Axel Kicillof.
Estructurales
Dijimos que el “capítulo electoral” en la legislatura tiene varios temas que se pueden agrupar en aquellos que son más “urgentes” y los que son “estructurales”, más de largo plazo. Ya vimos los urgentes ahora veremos los cambios de fondo que se sopesan.
Un tema que desvela a oficialistas y opositores desde hace años es el fenómeno de la subrepresentación o sobrerepresentación de los territorios y habitantes en los recintos legislativos. El tema vuelve a instalarse en el medio de otras discusiones laterales.
En primer término, se plantea que, como la población creció de manera dispar entre secciones electorales, la actualización, o modificación, que se propone consiste en calcular las bancas a partir de la relación bancas/población implícita en la ley 6.698, que sigue siendo “una ecuación”, digamos, no lineal.
No obstante, esta modificación, en general se plantea sobre la base de una “suma cero”, es decir, que las bancas que suma una sección electoral o región de la provincia siempre sería en desmedro de otra, que estaría perdiendo representación en virtud de una supuesta justicia de representatividad política legislativa.
Esta idea de actualización no termina de convencer porque el cambio que termina operando resulta insuficiente para quienes pretenden salir favorecidos de la negociación e injusto para quienes pierden.
En síntesis, los cambios que se podrían introducir a través de esta idea apenas suma 5 diputados y 2 senadores más para las regiones más densamente pobladas de la provincia, que son las que reclaman más representación.
En cambio, los dirigentes de esas regiones pretenden avanzar con una segunda variable que propone una distribución de bancas directamente proporcional a la población de la sección electoral. En este caso se deja de lado el criterio implícito en la ley 6.698, pero se garantiza el principio teórico de igual ponderación de los ciudadanos como votantes.
Pero al aplicar esta lógica, la representación en el Poder Legislativo quedaría totalmente diferente a la actualidad, Pues del conurbano, y sin contar al distrito capital, tendría unos 68 de los 92 diputados que integran la Cámara baja y con 35 de las 46 bancas de senadores que tiene la Cámara alta.
Este cálculo supone cambios drásticos en la cantidad de bancas entre secciones, básicamente en favor de la primera y la tercera sección electoral.
La ley que establece la distribución de bancas en la Legislatura data de 1961, y las disparidades en la representación de la población “supone una alteración en la toma de decisiones en la Legislatura”, entienden los reformistas.
Claro que semejantes cambios asoman como inalcanzables para una Legislatura que pretende seguir imperando sobre la totalidad del territorio provincial.
Sin embargo, existen algunos atajos para avanzar con retoques a la disparidad entre bancas y población.
Con dos tercios de los votos de cada Cámara, es posible subir de 92 a 100 la cantidad de bancas en Diputados y de 46 a 50 los asientos en el Senado.
Así lo establecen los artículos 69 y 75 de la constitución provincial donde se consigna el número máximo que deben tener cada Cámara, pero no define específicamente la cantidad de miembros, hoy por debajo del máximo.
Hubo en años recientes algunos intentos serios de avanzar en ese sentido, sin embargo, no hubo acuerdo entre secciones para repartir esas ocho bancas de diputados y las cuatro de senadores. Los movimientos finalmente quedaron en la nada.
Constitucionales
Hasta aquí hemos estado enumerando cambios, ideas de reformas que implican modificaciones de leyes; pero también hay algunos que aprovechan la ocasión y alientan cambios que tiene que ver con modificaciones constitucionales.
Si bien hasta el momento quienes se animan a empujar modificaciones constitucionales no han llegado al extremo de presentar una ley declarando la necesidad de reforma constitucional, sí se han pronunciado por ir a una reforma a través del sistema de enmienda, que se debería poner en consideración en la próxima elección, para ser aplicada a partir de 2027, si de cuestiones electorales estamos hablando.
En este escalón están los proyectos de reforma que establecen supresión de elecciones y hasta de Cámaras.
Hay algunos legisladores que entienden que votar que dos años “es mucho” y que habría que hacer cada cuatro años, cuando se elige el gobernador, así el gobernador tendría, además, la eventual mayoría legislativa, garantizándose así un Poder Legislativo en línea con el Ejecutivo. Sería un Poder Legislativo en línea con el Ejecutivo, que imaginan mejor que uno controlador o revisor.
No faltan tampoco aquellos dirigentes que estiman oportunos suprimir legisladores y al mismo tiempo Cámaras, e ir a una legislatura unicameral que elija legisladores en distrito único, sin distritos agrupados en secciones electorales, tal como indica la constitución actual.
La idea es empujada a la par de que se azuza la intención de bajar la cantidad de legisladores, con el propósito de hacer una legislatura más “económica”.
Son muchos cambios a una legislatura que ahora se cruza con una nueva forma de elegir sus integrantes; muchos creen que primero habría que ver cómo funciona en la práctica este nuevo sistema de elección para luego sí pensar en cuestiones que se podrían rever y que ameritarían una reforma constitucional.
Impracticable
Pero como quien dice para “no irnos por las ramas”, hay algunos sectores que han reaccionado ante el cambio impuesto por el Congreso de la nación, con reformas que podríamos llamar complementarias.
Por caso el diputado y titular del bloque de Unión, Renovación y Fe, Gustavo Cuervo, planteó que “implementar la Boleta Única de Papel sin eliminar al mismo tiempo las elecciones primarias, representa un enorme riesgo de hacer inviable en la práctica el nuevo sistema electoral en la provincia de Buenos Aires”.
Detalló que “en todo el país hay 770 partidos de distrito con reconocimiento definitivo, 80 de ellos solo en la provincia de Buenos Aires, y una gran cantidad en proceso de reconocimiento. Muchas de esas fuerzas políticas si decidieran competir con más de un candidato, resultaría una boleta única de dos o tres metros”.
De este modo, Cuervo indicó que “resulta como mínimo imprudente pretender replicar el modelo de Mendoza con 27 partidos de distrito al resto de las provincias y en especial a la provincia de Buenos Aires que actualmente triplica el número de partidos de distrito vigentes”.
Y concluyó planteando que “la reforma electoral que adopte la boleta única de papel debe necesariamente incluir la eliminación de las elecciones primarias abiertas simultaneas y obligatorias”.
BUP bonaerense
Sin reparar en detalles, desde los bloques del PRO, UCR Cambio Federal y Coalición Cívica, presentaron un proyecto de ley de BUP, en la Legislatura bonaerense, para avanzar en la misma línea que el Congreso de la Nación, pero en el apartado provincial y así poder abandonar la denominada boleta partidaria.
Esta propuesta, “alineada con la agenda nacional de modernización electoral, busca mejorar la calidad institucional, reducir costos y optimizar el sistema de votación en la provincia de Buenos Aires”, según detallaron los principales representantes de la recreada alianza opositora que mantiene un interbloque en la legislatura provincial.
El proyecto, según destacan, se basa en cuatro pilares fundamentales: eficiencia y ahorro, al simplificar el proceso electoral y reducir drásticamente la impresión y distribución de boletas; modernización, siguiendo el ejemplo de provincias como Mendoza y Córdoba, que ya han dado un paso adelante en la actualización del sistema; y equidad, asegurando que todas las fuerzas políticas tengan presencia en el recinto de votación y transparencia, eliminando prácticas fraudulentas como la manipulación y el robo de boletas.
“Con la BUP, no solo modernizamos el sistema electoral, sino que también garantizamos un uso más eficiente de los recursos públicos” detallaron en una charla con periodistas que tuvieron los presidentes de las bancadas opositoras y agregaron “los fondos que se ahorren podrán ser redirigidos a áreas prioritarias como salud y educación, promoviendo una gestión responsable del presupuesto estatal”.
Asimismo, los diputados sostuvieron “que este cambio hará más ágil y sencilla la votación, eliminando la complejidad de un cuarto oscuro con múltiples boletas; al estar todos los candidatos en una sola boleta, se evita la manipulación y el robo, lo que facilita el proceso tanto para los votantes como para las autoridades electorales”.
Por otra parte, -prosiguieron los legisladores provinciales- se pretende evitar lo que viene sucediendo desde hace un tiempo hasta la actualidad: la provincia adhiera al régimen de simultaneidad dispuesto por la Ley Nacional Nº 15.262 y que, como consecuencia de ello, se termine aplicando la normativa nacional, específicamente el Código Electoral Nacional, en lo referido al instrumento de votación, que actualmente es el sistema de boleta por agrupación.
“Si bien no nos oponemos a que la provincia, por intermedio de su Ejecutivo, tome la decisión de si la elección es simultánea o concurrente, sí es sumamente importante que, cualquiera sea la decisión que tome, siempre se utilice como instrumento de votación la Boleta Única de Sufragio (BUS) creada por la presente Ley por eso insistimos con independencia del sistema que rija a nivel nacional”, agregaron.
"Este es un paso necesario para mejorar la calidad institucional y asegurar una votación más equitativa para todos los bonaerenses”, sostuvo el jefe del bloque PRO, Agustín Forchieri.
Por su parte, la jefa del bloque de diputados provinciales de la Coalición Cívica, Maricel Etchecoin, destacó que se trata de una iniciativa adecuada “para que Argentina se vuelva más transparente electoralmente”.
El diputado provincial y jefe del bloque UCR + Cambio Federal, Diego Garciarena, sostuvo que “en primer lugar, estamos hablando de un sistema electoral que facilita la elección de los ciudadanos”.